La taracea es el arte de incrustar piezas sobre partes de los aparatos, en este caso, consiste en la yuxtaposición de figuras o símbolos  de madera dentro de la tapa, puente o diapasón del simbiófono, buscando motivos decorativos y/o de identidad.

Es poco lo que se ha utilizado en nuestro país, si al caso algunos pocos ejecutantes quieren  formas decorativas en sus instrumentos. En la antigüedad, se tenía un gran admiración por esta clase de trabajos, pues los instrumentos y objetos de los hogares eran muy bien decorados.

La taracea en los instrumentos musicales es una buena forma de hacer publicidad, recordar la identidad, decorar y marcar los instrumentos contra posibles pérdidas o extravíos.

Es un valor agregado al instrumento , donde se puede observar la calidad del arte de la obra incrustada.

Se utilizan materiales o maderas que resaltan en los colores de las partes del aparato musical tales como el ébano, el nazareno, el cedro blanco, incienzo, entre otros. También se pueden incrustar piedras preciosas como la esmeralda, el oro, los diamantes y la plata.

Cuando se incrusta en la tapa, se debe  hacer sin sobrepasar los dos tercios del grosor de la misma. El material incrustado  permite repintar el instrumento en suficientes oportunidades.